Imagínatelo: te pasas una hora entera dejando el baño como los chorros del oro pero al cabo de unos pocos días algunos productos tienen polvo e incluso moho. ¿Por qué?
Lo ideal es colocar los medicamentos con receta y de venta libre en el cuarto o la cocina dentro de un kit de primeros auxilios o un armario específico.
Asimismo, la humedad del baño es perjudicial para los productos de maquillaje como las brochas y las esponjas, ya que puede promover la proliferación de bacterias. ¡Y guardarlos cerca del inodoro es aún peor! ¿O acaso quieres que todas las partículas presentes en el aire cuando tiras de la cadena acaben en tu cara?
Algunas personas adoran decorar el baño, pero si se dejan desatendidos, los adornos pueden acumular polvo o incluso desarrollar moho.
Aunque parezca que el baño es el lugar adecuado para dejar las toallas, la humedad puede hacer que acaben cogiendo olor o desarrollando hongos. ¡Por no hablar de los gérmenes y bacterias que pueden acabar en ellas cada vez que tiras de la cadena!
Los productos de limpieza (lejía, abrillantador, etc.) siempre deben almacenarse en lugares frescos, secos y bien ventilados. Es decir, justo lo contrario a lo que suelen ser los baños.
Si hay algo que no puede faltar en un baño eso es papel higiénico. No obstante, las fibras generan polvo, por lo que tener demasiados rollos a mano puede hacer que tengas que limpiar aún más.
La humedad puede causar estragos en tus anillos, collares y pendientes. De hecho, dejar joyas el baño solo hará que se deterioren más rápido, sobre todo si son de plata de ley.
Los cambios de temperatura que suelen tener lugar en los baños hacen que los pintaúñas se decoloren y se vuelvan más espesos. ¡Y lo mismo se aplica al quitaesmalte!
No pasa nada por tener una cuchilla de afeitar en la ducha. El problema está en almacenar los recambios en el baño, ya que corren el riesgo de oxidarse antes de tan siquiera utilizarse.
Lo mismo se aplica a las toallas de mano. Por muy cómodas de utilizar que sean, también son susceptibles al moho y la humedad.
¡Pero eso no significa que tengas que esconderlos! Son adornos atractivos y graciosos a su manera, sobre todo si los colocas en una estantería de un cuarto infantil.
Por desgracia, los cambios de temperatura también pueden afectar a los perfumes. Por lo general, el calor y las colonias no son compatibles. Si mantienes las tuyas en el baño durante mucho tiempo, solo conseguirás estropear su integridad molecular y, por consiguiente, su fragancia.
Lo mejor es guardar los productos de maquillaje en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar como un tocador.
Dejar los medicamentos en cualquier lado nunca es buena idea, pero aunque un botiquín de baño parezca la opción perfecta, hay que tener en cuenta que pueden deteriorarse o decolorarse debido a la humedad.
Lo mejor es mantener el baño libre de adornos y utilizarlos para decorar otras partes de la casa como el salón.
Lo ideal es guardarlos en la cocina o en el cuarto de la colada. Asimismo, nunca deben dejarse al alcance de los niños o las mascotas.
Si tienes niños pequeños tiene sentido tener algunos juguetes a mano en la bañera, pero una vez acabe la diversión, lo mejor es secarlos y guardarlos en otro lugar.
Mantenlas secas y dobladas cerca de las toallas de cuerpo en un armario ventilado o en el cuarto.
Acostúmbrate a guardarlas en un armario ventilado o en otra habitación de la casa. Si necesitas tener una o dos a mano en el baño, acuérdate de cambiarlas al menos una vez a la semana.
Lo mejor es guardarlos lejos del baño, por ejemplo dentro de una caja en un armario seco y fresco.
Nuestra dependencia de los celulares hace que siempre nos los llevemos al baño. ¿Hablar por teléfono en una bañera rodeado de agua en un ambiente húmedo? ¡Que no te extrañe si luego deja de funcionar igual de bien!
Las joyas siempre deben guardarse en una caja dentro de una cómoda o tocador y, a poder ser, en el cuarto o en un vestidor.
Lo mejor es guardarlos junto a los otros accesorios de maquillaje lejos del baño, a poder ser en una caja dentro de un cajón o una cómoda.
Una cómoda o tocador son el mejor lugar para ponerse perfume.
Secar la cuchilla tras cada uso y cambiarle el cabezal con frecuencia son gestos que pueden ayudar a preservarla durante más tiempo.
Según un informe de USA Today, un cepillo de dientes puede acumular más de 10 millones de bacterias. De hecho, suelen tener sarro, sangre e incluso materias fecales. Dejarlos sin tapar al lado del lavabo es un riesgo para la salud, al igual que utilizar hilo dental usado.
Para mantener el cepillo de dientes lo más limpio posible, enjuágalo y sécalo tras cada uso y cubre el cabezal con la funda. También puedes sumergirlo en bicarbonato de vez en cuando para matar las bacterias y mantenerlo en buen estado. Ah, y cuanto más lejos esté del inodoro, ¡mejor!
Fuentes: (MedlinePlus) (USA Today)
No te pierdas: ¡Estas cosas están más sucias que tu inodoro!
Los libros y las revistas absorben humedad, lo que hace que las páginas se arruguen y se despeguen del lomo.
Y, por favor, resiste la tentación de leer mientras haces tus necesidades. Al igual que ocurre con los celulares, ¡las bacterias pueden acabar en los libros o las revistas!
Y muchos también tenemos la manía de usar el celular cuando estamos en el inodoro. ¿Te haces una idea de cuántas bacterias acaban en la pantalla?
¿Qué tan limpio está tu baño? Métodos para comprobarlo
Apostamos a que nunca has limpiado alguno de estos objetos
ESTILO DE VIDA Casa
¿Sabías que algunos de los productos que solemos guardar en el baño en realidad deberían almacenarse en otras partes de la casa? Los medicamentos y los cepillos de dientes, por ejemplo, no casan con los entornos cálidos y húmedos, independientemente de lo mucho que limpies el lavabo y el inodoro. Además, muchos de ellos pueden fomentar problemas de salud e higiene que no solemos asociar al lugar donde nos aseamos. En resumen, ¡puede que tu baño esté mucho más sucio de lo que crees! Si quieres descubrir qué objetos y productos harías bien en guardar en otro sitio, ¡sigue leyendo!