La piedra de Roseta es uno de los objetos más fascinantes de la historia, uno que nos ha permitido desvelar los secretos del antiguo Egipto y transformar nuestro entendimiento del pasado. Descubierta en 1799, contiene inscripciones en tres lenguas, lo que permitió descifrar los misteriosos jeroglíficos. Desde su papel en una lucha de poder entre imperios hasta su viaje de Egipto al Museo Británico, la historia de la piedra de Roseta es de lo más intrigante. Si quieres conocerla en profundidad, ¡haz clic para seguir leyendo!
El texto de la piedra de Roseta es un decreto real que alaba al rey adolescente Ptolomeo V. Escrito en el 195 a. C., consolida su legitimidad y prosperidad.
Es probable que este decreto se redactase para mejorar la imagen del joven rey, dada la agitación política que Egipto vivió durante su reinado. El texto menciona sus generosas contribuciones a los templos.
La piedra de Roseta es parte de una losa más grande, probablemente instalada en el interior de un templo cerca de Rashid (Roseta), donde se descubrió. La piedra se partió en varios trozos con el paso del tiempo.
La inscripción de la piedra se encuentra dividida en tres escrituras: jeroglíficos egipcios, demótico egipcio y griego antiguo. Esto es lo que hace de ella un artefacto histórico de un valor incalculable.
La inscripción en griego fue particularmente útil para los expertos en el momento de la traducción, ya que aún era una lengua conocida cuando se descubrió la piedra.
La piedra de Roseta pesa 758 kg. Está hecha de granodiorita y mide 112,3 cm de largo, 75,7 cm de ancho y 28,4 cm de espesor.
Antes del descubrimiento, la piedra de Roseta estaba alojada en una pared dentro de una fortaleza otomana. Los templos egipcios habían sido destruidos y sus escombros se reutilizaron en otras construcciones.
Napoleón Bonaparte, a la cabeza de la Campaña de Egipto y Siria, ordenó a sus oficiales catalogar tesoros egipcios para luego llevárselos a Francia.
Durante la reconstrucción del fuerte otomano en 1799, el ingeniero Pierre-François Bouchard descubrió la piedra de Roseta. Su reconocimiento de las inscripciones fue lo que llevó a la recuperación del artefacto.
Tras la derrota de Napoleón en el sitio de Alejandría de 1801, los británicos confiscaron la piedra de Roseta como parte del botín y la transportaron a Gran Bretaña.
El Museo Británico adquirió la piedra de Roseta en 1802. Antes de pasar a estar donde se encuentra hoy en día, el artefacto estuvo en Montagu House.
Durante años, los visitantes del Museo Británico pudieron tocar la piedra de Roseta, repasando las inscripciones con sus dedos. La foto se tomó en 1932 en la colección egipcia del Museo Británico.
Los expertos tardaron más de dos décadas en descifrar los textos de la piedra. El griego y el demótico se tradujeron con rapidez, pero decodificar los jeroglíficos fue mucho más complicado.
El polímata británico Thomas Young hizo un avance significativo al descifrar el significado de los cartuchos, lo que permitió a los expertos reconocer nombres propios en los jeroglíficos.
El egiptólogo francés Jean-François Champollion fue el primero en darse cuenta de que los jeroglíficos no solo eran simbólicos, sino también fonéticos.
Al caer en la cuenta de que los jeroglíficos eran fonéticos, Champollion corrió a compartir su descubrimiento y, acto seguido, se desmayó. Su hallazgo supuso todo un hito en la decodificación de esta antigua lengua egipcia.
Para 1822, Champollion había logrado traducir toda la piedra de Roseta, lo que permitió entender la antigua lengua de los egipcios y su cultura, revolucionando así el campo de la egiptología.
Durante la Primera Guerra Mundial, el miedo a los bombardeos llevó a los funcionarios del Museo Británico a guardar temporalmente la piedra de Roseta bajo tierra, en una estación del Ferrocarril del Servicio Postal de Londres.
En 1972, Francia exhibió temporalmente la piedra de Roseta en el Louvre por el 150.º aniversario de la traducción de Champollion, pero poco después la devolvió a Gran Bretaña.
Debido a las variaciones entre las tres lenguas, no hay existe una traducción al inglés definitiva de la piedra de Roseta. Por lo tanto, las traducciones pueden diferir ligeramente.
En 2003, Egipto solicitó oficialmente la devolución de la piedra de Roseta, argumentando que se trata de una parte esencial de su patrimonio cultural. El Museo Británico se negó. En la foto se puede ver el Gran Museo Egipcio de Guiza.
A pesar de denegar la solicitud de Egipto, el Museo Británico le otorgó una copia a escala real hecha con fibra de vidrio en 2005 como gesto de buena voluntad.
La piedra de Roseta sigue siendo un objeto esencial para entender la lengua del antiguo Egipto, así como su historia y cultura.
El desciframiento de la piedra revolucionó la egiptología. Los expertos ahora pueden leer jeroglíficos, lo que abre la puerta al estudio de las creencias, la política y la vida cotidiana de la época.
La preservación de la piedra de Roseta es clave para las investigaciones futuras. Sigue siendo un símbolo icónico de la intersección entre el antiguo Egipto y los estudios modernos.
Hoy en día, la piedra de Roseta sigue siendo uno de los artefactos más famosos del mundo. También es todo un símbolo del descubrimiento lingüístico.
El debate en torno a la propiedad y la repatriación de la piedra de Roseta persiste. Egipto no se da por vencido y sigue solicitando su devolución con la esperanza de recuperar esta pieza tan crucial de su patrimonio.
El descubrimiento de la piedra de Roseta marcó un antes y un después en el mundo de la arqueología. Permitió a los expertos descifrar una lengua y, por lo tanto, toda una cultura.
Con el descubrimiento de la piedra de Roseta logramos acceder a un mundo perdido. Este famoso artefacto ha servido de puente para salvar la distancia entre el presente y el antiguo Egipto, haciendo que la historia cobre vida propia.
Fuentes: (PBS) (History) (Mental Floss)
No te pierdas: Magia en el antiguo Egipto: así influía en la vida cotidiana
Piedra de Roseta: curiosidades sobre la clave que nos permitió entender la Antigüedad
Esta losa del antiguo Egipto fue lo que permitió descifrar los jeroglíficos
ESTILO DE VIDA Historia
La piedra de Roseta es uno de los objetos más fascinantes de la historia, uno que nos ha permitido desvelar los secretos del antiguo Egipto y transformar nuestro entendimiento del pasado. Descubierta en 1799, contiene inscripciones en tres lenguas, lo que permitió descifrar los misteriosos jeroglíficos. Desde su papel en una lucha de poder entre imperios hasta su viaje de Egipto al Museo Británico, la historia de la piedra de Roseta es de lo más intrigante. Si quieres conocerla en profundidad, ¡haz clic para seguir leyendo!