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Soja -

La soja es un alimento muy popular, sobre todo entre quienes siguen una dieta vegana o vegetariana. Además de ser una gran fuente de proteína vegetal, sus isoflavonas ayudan a combatir un gran número de enfermedades asociadas al envejecimiento.

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Soja -

Pero también contiene un alto nivel de cadmio, un metal pesado. Al estar presente en el suelo y los fertilizantes, las plantas de soja lo absorben en grandes cantidades. Una exposición prolongada al cadmio puede debilitar los huesos y provocar daños renales. Los principales culpables son los productos de soja procesados, como las hamburguesas y perritos calientes.

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Verduras crucíferas -

Todos hemos oído hablar de los beneficios de estas verduras ricas en fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y glucosinolatos, unas encimas que protegen nuestro ADN.

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Verduras crucíferas -

También contienen goitrógenos, unas sustancias que interfieren en la producción de las hormonas tiroideas, por lo que un consumo excesivo de estas verduras puede provocar trastornos relacionados con la tiroides. Las que más goitrógenos contienen son las coles de Bruselas, la col rizada y la berza. No obstante, hervirlas ayuda a reducir significativamente esta sustancia.

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Té -

El té no solo es una bebida deliciosa y reconfortante, sino que también tiene un sinfín de propiedades. La mayoría de variantes están repletas de antioxidantes; el té verde en particular es rico en un componente antiinflamatorio denominado galato de epigalocatequina o EGCG.

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Té -

La parte negativa es que también contiene fluoruro, ya que la planta del té lo absorbe directamente del suelo. Aunque puede ser beneficioso para los dientes en pequeñas cantidades, un exceso de fluoruro puede provocar problemas neurológicos, dolores en los huesos y articulaciones y trastornos reproductivos.

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Almendras -

Aunque rebosan calorías, las almendras también contienen unos altos niveles de fibra y proteína, así como vitamina E, B12 y minerales como el magnesio, el fósforo y el cobre, entre otros.

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Almendras -

Sin embargo, también contienen fitato (ácido fítico), un conocido antinutriente que bloquea la absorción de minerales como el cinc, el hierro y el calcio, lo que puede desequilibrar nuestro organismo. Poner las almendras a remojo puede ayudar a eliminar parte del ácido fítico presente en ellas.

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Arroz integral -

Al contrario del arroz blanco, esta variedad mantiene la capa de salvado y germen, repleta de nutrientes como la fibra y el manganeso, entre otros.

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Arroz integral -

El arroz integral, no obstante, también contiene arsénico inorgánico. Este está presente en el suelo y se acumula en las capas exteriores del grano (no presentes en el arroz blanco), por lo que va directo a nuestro cuerpo. Sobra decir que una exposición prolongada al arsénico no es bueno para la salud y se ha vinculado a un gran número de enfermedades como el cáncer.

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Espinacas -

Las espinacas se consideran un superalimento, y con razón: están repletas de vitaminas, minerales, carotenoides y antioxidantes como la quercetina y la zeaxantina, entre otros.

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Espinacas -

Las espinacas, sin embargo, también contienen oxalato. Este componente químico se adhiere a los minerales como el calcio y genera cristales. Esto significa que un consumo excesivo de este alimento puede aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales.

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Pechugas de pollo -

Las pechugas de pollo en particular son una gran fuente de proteína magra. Al contrario que otros alimentos de origen animal, son bajas en grasa y ricas en vitaminas y minerales, lo que las convierte en un imprescindible de muchas dietas.

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Pechugas de pollo -

No obstante, contienen productos finales de glicación avanzada, también conocidos como AGE. Estos se forman cuando la grasa y la proteína se mezclan con el azúcar en sangre. Los AGE se han asociado a una aceleración del envejecimiento y a enfermedades como el alzhéimer.

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Agua con limón -

Echarle limón al agua es una muy buena forma de mejorar su gusto y sirve para añadirle un toque de vitamina C y otros antioxidantes presentes en esta fruta. Además, te ayudará a mantenerte hidratado.

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Agua con limón -

¿Dónde está la trampa? Por lo visto, esta bebida no es muy buena para los dientes. Los cítricos son muy ácidos, por lo que su consumo prolongado puede dañar el esmalte dental. Asimismo, si tienes heridas bucales, el limón no hará más que irritarlas.

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Ostras -

Las ostras son deliciosas y, además, contienen un alto nivel de cinc. El consumo excesivo de este metal puede ser dañino para la salud, pero el verdadero riesgo de comer ostras crudas son los gérmenes y las sustancias contaminantes.

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Ostras -

Las ostras se alimentan por filtración de materia y organismos presentes en el agua, por lo que a veces pueden contener metales pesados, bacterias nocivas del género Vibrio o incluso norovirus que te pueden poner muy enfermo.

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Atún blanco -

Este tipo de atún goza de una gran popularidad, sobre todo si viene enlatado. Este pescado es una gran fuente de proteína y ácidos grasos omega-3, los cuales son increíblemente beneficiosos para la salud.

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Atún blanco -

La parte negativa es que el atún blanco también contiene mucho mercurio, concretamente metilmercurio. Se trata de un compuesto neurotóxico vinculado a un gran número de enfermedades y trastornos, como problemas de coordinación, audición y habla, entre otros.

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Nueces de Brasil -

Las nueces de Brasil, una de las mayores fuentes de selenio que existen, también contienen grasas saludables y múltiples vitaminas, minerales y antioxidantes.

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Nueces de Brasil -

No obstante, una ingesta prolongada de selenio es potencialmente tóxica. Por lo tanto, puede generar problemas gastrointestinales y neurológicos, dañar nuestros órganos y, en casos extremos, provocarnos la muerte.

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Hígado de ternera -

El hígado de ternera es una bomba de nutrientes. No solo rebosa proteína, sino que también es rico en vitamina A, B12, cobre, hierro y colina, entre otros. Y cuando decimos que es una bomba, es porque de verdad contiene una cantidad excesiva de algunos de estos micronutrientes.

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Hígado de ternera -

Demasiada vitamina A puede ser peligrosa, ya que puede aumentar la presión intracraneal, lo que en casos extremos puede inducir a coma o provocar la muerte. Una sobredosis de cobre, aunque improbable, también podría matarte. 

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Canela -

Además de conseguir que todo sepa mejor, esta especia es rica en antioxidantes, tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudarte a regular tus niveles de colesterol y azúcar en sangre.

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Canela -

En el mercado podemos encontrar principalmente dos tipos de canela: Ceilán y Cassia. Esta última tiene un alto nivel de cumarina, un componente químico asociado a varias enfermedades y trastornos, como el cáncer y el daño hepático.

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Agua -

El agua es esencial para nuestra supervivencia, así que cuanto más bebamos, mejor, ¿no? Pues no exactamente. Aunque debemos mantenernos hidratados, un exceso de agua puede jugar en nuestra contra e incluso tener consecuencias fatales.

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Agua -

La intoxicación por agua, también conocida como hiponatremia, se produce cuando se consumen unos 3 o 4 litros demasiado rápido, lo que genera un desequilibrio de los electrolitos como el sodio. Esto puede provocar náuseas, desorientación, convulsiones e incluso la muerte. 

Fuentes: (ScienceDirect) (HealthDigest) (Kresser Institute) (FDA) (University of Chicago) (American Dental Association) (Environmental Defense Fund) (San Francisco Chronicle) (National Institutes of Health)

Ver también: ¡Alimentos que te saciarán durante más tiempo!

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