Mientras que la serie "Bridgerton" se convertía en una de las más vistas de diciembre de 2020, una tendencia paralela estaba teniendo lugar: el resurgir de las novelas románticas.
Sin embargo, la popularidad de las novelas románticas como tal no es nada nuevo. Por todos es sabido que este género literario es uno de los que más vende, llegando a facturar miles de millones de dólares.
De hecho, este género es el que permite seguir publicando obras de mayor prestigio pero menos rentables. Al fin y al cabo, los amantes de la literatura romántica consumen varios libros a la semana.
Este género no solo es todo un superventas, sino que su éxito también va en aumento. En 2023 se vendieron alrededor de 32 millones de ejemplares en EE. UU. En el Reino Unido, la venta de novelas románticas sube un 11% interanual.
Todas las novelas románticas tienen algo en común: los ingredientes necesarios para mantener a los lectores enganchados.
Independientemente de la trama, ninguna historia de amor que se precie puede omitir algo esencial: el primer encuentro.
La atracción no necesariamente es inmediata (de hecho, hay veces que los personajes hasta se caen mal), pero suele al principio del libro.
El protagonista siempre tiene un mejor amigo en el que apoyarse y que ayuda a los lectores a saber cómo se siente en realidad.
Una novela romántica nunca está exenta de obstáculos y dificultades que hacen que los lectores sean incapaces de despegar la vista del libro.
¿De verdad al protagonista le interesa la otra persona? ¿Puede confiar en ella? ¿Es quien parece ser? Estas incógnitas también ayudan a mantener la intriga.
Uno de los aspectos más importantes de una novela romántica es la química que hay entre los personajes. ¡Cada vez que se juntan saltan chispas!
Pero no todo es bonito: en toda historia de amor que se precie tiene que haber conflictos que obliguen a los personajes a limar asperezas.
Esta podría ser una declaración de amor que nos haga saber lo que el otro personaje piensa o siente. La gran revelación, sin embargo, no suele tener el efecto deseado (al menos al principio).
Los lectores de novelas románticas buscan evadirse de la realidad, por lo que un toque de humor nunca viene mal. Al fin y al cabo, no todo tiene que ser dolor y desesperación.
Uno de los principales motivos por los que la gente consume novelas románticas es para poder disfrutar de un final feliz. Independientemente de la trama, los personajes tienen que acabar juntos.
Además de estos ingredientes fundamentales, toda novela romántica tiene que tener una buena trama (o varias).
Por un lado tenemos la trama de dos amigos que acaban desarrollando sentimientos románticos el uno por el otro. El no saber si acabarán juntos es lo que mantiene a los lectores enganchados.
La trama de la segunda oportunidad crea la ilusión de que, independientemente de cuánto tiempo haya pasado, los personajes acabarán superando los problemas y afianzando su relación.
Dos personajes con personalidades opuestas acaban complementándose hasta que al final surge la chispa del amor.
¡La atracción extrema e instantánea lleva siendo una trama romántica desde la antigua Grecia!
En esta trama, dos personajes se ven obligados a pasar tiempo juntos tanto si lo desean como si no. El auto se avería, el elevador se para... Sea como fuere, acaba saltando la chispa.
Dos personajes que trabajan en la misma oficina se enamoran mientras colaboran en un proyecto conjunto.
Un hombre acude al rescate de una mujer que ha sido secuestrada o que se encuentra en una situación peligrosa. ¡Un clásico donde los haya!
Por lo general, el lector sabe cuál es el secreto, pero el protagonista no. Esto hace que a lo largo de la historia surjan varios conflictos y malentendidos que al final siempre acaban bien.
¿Qué alimenta más el escapismo de una novela romántica que una escapada como tal? Cómo no, el protagonista encuentra el amor durante sus vacaciones, lo que hace que la experiencia sea inolvidable.
Una persona, una institución, un dilema moral... Esta trama se caracteriza por la existencia de algún obstáculo que impide que los tortolitos estén juntos. No obstante, ¡la historia siempre acaba bien!
Al principio, los personajes son tan diferentes que no se entienden de ninguna de las maneras. Al final, sin embargo, las experiencias compartidas hacen que desarrollen una fuerte atracción el uno por el otro.
En esta trama, al menos uno de los protagonistas es de sangre azul. La transformación del personaje principal ocurre a lo grande, ya que cuenta con la atención tanto de la Corona como del mundo entero.
La novia deja al novio plantado en el altar para seguir su corazón (lo que por lo general hace que acabe en brazos de otro).
A pesar de su gran popularidad, este género literario sigue sin contar con el aprecio de la crítica más tradicional. Alrededor del 80% de los lectores de novelas románticas son mujeres. ¿Podría haber algún factor misógino en juego?
Si necesitas evadirte un poco de la realidad, las novelas románticas son una gran forma de relajarse. Así que ya sabes: ¡prepárate un té, ponte cómodo y sumérgete en una gran historia de amor!
Fuentes: (Financial Times) (Writers Write) (The Sydney Morning Herald)
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Novelas románticas: ¿por qué son tan adictivas?
¡Es imposible parar de leer!
ESTILO DE VIDA Libros
Las novelas románticas llevan siendo una fuente de entretenimiento desde hace siglos. No obstante, si bien antes se las consideraba una especie de placer oculto, hoy en día gozan de una gran popularidad. Cuando más caótico e incierto sea el mundo, mayor es el placer que se obtiene al conseguir un final feliz. BookTok, el nicho literario de TikTok, está lleno de recomendaciones y, ahora que las novelas románticas se han colado en las listas de los superventas, cabe preguntarse cómo y por qué resultan tan adictivas. Si te pica la curiosidad, ¡haz clic para descubrirlo!