Los bosques son lugares excelentes para reconectar con la naturaleza y con uno mismo. El rumor de las hojas y el canto de los pájaros te ayudarán a evadirte.
Incluso la ciudad más bulliciosa del mundo tiene algún que otro pulmón verde en el que refugiarse y meditar.
Ve a un jardín público y piensa en cosas relajantes para sumirte en un estado de calma (y si tienes un jardín propio, ¡mejor que mejor!).
Lleva una toalla y siéntate en el suelo mientras escuchas el arrullo del agua. Céntrate en el presente y deja que la naturaleza sea tu aliada.
Algunos centros comunitarios tienen espacios en los que puedes ponerte cómodo y practicar la conciencia plena.
En función de dónde te encuentres, plantéate ir al espacio abierto por excelencia en el que el silencio ensordecedor es la norma: el desierto.
Nada como dejarse llevar por la calma que infunden la brisa y las ondas que se forman en la superficie del lago.
Busca galerías tranquilas y poco concurridas en las que poder sentarte a contemplar los cuadros y poner en orden tus pensamientos.
En algunos edificios públicos se puede subir a la azotea y admirar las vistas. Desde las alturas te será más fácil ponerlo todo en perspectiva.
Tumbarse en una hamaca ya es relajante de por sí, ¡así que imagínate si además aprovechas para relajarte y centrarte en tu respiración!
El canto de los pájaros puede ser increíblemente relajante. Intenta acompasar tu respiración al ritmo de la naturaleza.
Los bambúes crean una atmósfera de paz y tranquilidad ideal para fomentar la relajación.
Los huertos también son un lugar estupendo para bajar las revoluciones y disfrutar de una buena meditación.
Aunque no lo parezca, un callejón tranquilo puede ser toda una burbuja de serenidad en la que disfrutar de un poco de paz.
El silencio que suele haber en las ruinas históricas, unido a la sensación de conexión con el pasado, puede ser de gran ayuda para entrar en un estado meditativo.
La soledad y las vistas panorámicas que ofrece la cima de una colina pueden ayudarte a abrirte a la meditación.
Estar al aire libre en un patio o terraza también es una forma estupenda de alcanzar un estado meditativo.
Estar en un espacio pensado específicamente para la calma y la reflexión puede motivarte a practicar la meditación.
También puedes optar por alejarte de todo. Ve a un sitio recóndito (p. ej. una cabaña en medio de la nieve) e intenta conectar con tu voz interior en absoluto silencio.
Sé uno contigo mismo y con la naturaleza meditando en una tabla de paddle surf. Siente cómo el agua te mece y disipa todas tus preocupaciones.
Fuentes: (MindBodyGreen) (Mindworks) (Chopra)
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La tranquilidad está más cerca de lo que piensas
ESTILO DE VIDA Relajación
¿Necesitas algo de tiempo y espacio para huir del bullicio del día a día? ¿Buscas un lugar en el que el estrés y la ansiedad de lo mundano se disipen? ¡Pues estás de suerte! Este hermoso mundo en el vivimos está lleno de sitios maravillosos en los que podemos meditar o relajarnos. Si últimamente te sientes agotado, dedica un momento a estar contigo mismo. ¡Encontrar lugares en los que sentir paz y tranquilidad es más fácil de lo que piensas! Haz clic para descubrir cuál te llama más la atención.